Mi Vecina

Creo que algo les he contado pero no estoy seguro, así que empiezo desde el principio.

Yo llevo viviendo 4 años en mi piso, y hace como unos 2 vino la vecina que tengo ahora, en el mismo rellano. Pues con esta vecina en esos 2 años he coincidido tres o cuatro veces en el ascensor y dos o tres veces entrando o saliendo de su piso, y no estoy exagerando nada. En esos encuentros apenas si hemos cruzado unos educados hola, buenos días, y poco más. Yo he aprovechado para echarle un repaso cada vez que la veo y aunque algo flacucha tiene su polvo.

Ayer entro en la sala de fisioterapia y veo una figura muy alta, vestida todo de negro, de espaldas (además estaban las luces apagadas con lo que la sala estaba en penumbra). Como soy bastante educado dije "hola" y cuando se da la vuelta resulta que era mi vecina. Total que me empieza a preguntar por la sesión de fisioterapia, yo le cuento más o menos de que va y todo eso.

Así que en cinco minutos, que fue lo que tardó la monitora en llegar, hablé mas con ella que en dos años que llevando viviendo puerta con puerta y me puso quesudo y tieso como diría Ingle me puso como una estufa.

No me digan que esto no es digno del soltero de oro. Por cierto ni se les ocurra publicar esto no vaya a ser que sea aficionada a los blogs y lo vaya a leer.

La próxima vez que la vea en el ascensor me le tiro encima.

OTRA COSA QUE ME OCURRIÓ:

El día de año nuevo tuvimos comida familiar, a la que asistieron todas las tías y estaba la prima quesuda. A la hora del café a esta guarra, que está pirada, se le ocurre pillar el tubo de la leche condensada, lo levanta y se chorretea toda la nariz y los cachetes y la boca y se relame gritando: ¡más más más quiero más, dámelo todo!

Mi madre se quedó pálida, menos mal que papi había salido. Esta loca la menda, yo lo digo, la madre la disculpó, que la niña le salió putilla desde el nacimiento, que no quiso que la parieran sino de nalgas, y qué se puede esperar de una niña que ya nace poniendo el culo en pompa.

Y eso que tiene maromo ahora, es un perdedor, como dice Mantel, un informático contratado en un colegio infantil donde sólo tienen el ordenador de la Directora y poco más. Total, que acaba haciendo de todo, cambiando bombillas, barriendo el patio, dando de comer a los niños chicos. Para mí que a la prima no la folla bien, porque ella sigue igual desesperada que antes y me da más asco cada día.