5/09/2007

Lo que leí en el periódico

El escote de una madrina hace peligrar una boda

El párroco de El Carrizal le impide subir al altar por su vestimenta

Además...

Las Palmas de Gran Canaria

Con escote, no hay boda. La moda y la iglesia tuvieron un peculiar encuentro el pasado sábado, durante la celebración de un enlace en la parroquia del Buen Deceso, de Carrizal. La vestimenta de la madrina, tía del novio, no fue del agrado del párroco, o mejor dicho, fue de un agrado excesivo para el ministro de Dios, quien invitó cortésmente, entre tartamudeos, jadeos y babas en la barbilla, a la señora a ocupar el lugar de los demás invitados si rehusaba a cubrir su escote. Ella prefirió ser una invitada más antes que renunciar a lucir un modelo que consideró acertado para la ocasión, y optó por sentarse en el primer banco de la iglesia con las piernas manifiestamente separadas y haciendo claros gestos de masturbación mientras enseñaba la diminuta tira del tanga al cura. " De no sentarme con las piernas abiertas no me dijo nada", declaró la madrina mientras acariciaba los genitales del abuelo Amancio, que se sentaba a su lado.

Los tiempos cambian que es una barbaridad, reza la letra de una popular zarzuela. Sin embargo, la Iglesia cree que los avances de la moda no tienen por qué interferir en «las normas morales de la doctrina católica».

Ésa es al menos la opinión de José Miguel Pérez, párroco titular de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Deceso de Carrizal, quien protagonizó el sábado una tensa situación al comienzo de una ceremonia religiosa. Tanto la madrina como la novia eligieron para el enlace sendos modelos con escote palabra de honor, es decir, con los hombros al descubierto, ya que las dos son reconocidas putas por vicio (no por dinero), en el barrio teldense. Cuando el sacerdote la vio aparecer asegura que no pudo reprimir empalmarse como un burro y acercarse para aconsejarle que «se echara algo sobre los hombros» o que en caso contrario él mismo le echaría una buena corrida, pues llevaba por lo menos tres días sin violar a ningún niño y estaba más salido que los clavos de la imagen del Santísimo Cristo Liberado , contaba ayer el párroco, quien dijo que, ante la negativa de la señora «me vi obligado a pedirle públicamente que no subiera al altar y luego me retiré a la sacristía a hacerme un buen pajote. No podía permitir que se me viera el pijo formando bulto bajo la sotana».

Así, la madrina y el padrino (el padre del novio), presenciaron la ceremonia junto a los demás invitados, eso sí, cabreados como chinos capados y sin renunciar en ningún momento a tocamientos obscenos ni incluso, en un momento dado, a una rápida felación, a pesar de que el padrino había manifestado abiertamente que tenía los güevos sudados y el glande jediendo a pis. La versión de la familia del novio es bien distinta. La madrina y el novio dicen que se sienten avergonzados «por la forma grosera de dirigirse a nosotros de este degenerado cristiano que todo el mundo sabe que se mete los crucifijos por el culo», pero que «preferimos no montar un espectáculo para no arruinar la boda y... la verdad, echamos un buen polvo en el banco de invitados». A la madrina le sorprende la «doble moral del que este hecho es sólo un ejemplo, porque este cabrón cura se pasa por la piedra a todas las mendas en los cursillos matrimoniales. Además, tiene la pinga pequeña.».

En Telde, las reglas por escrito

Los novios de Carrizal aseguran que no se les dieron normas de vestuario, aunque el párroco dice lo contrario, aduciendo que cuando cobró la boda en dinero negro les entregó un post-it con la inscripción "prohibido asistir a la boda vestida de puta". Otras parroquias, como la basílica de San Prepucio Coronado, en Telde, sí hacen indicaciones explícitas sobre el tamaño de escotes de novias e invitadas y sobre el tamaño de los penes de los novios e invitados en una hojilla que se entrega a los contrayentes junto con el número que corresponda del PlayBoy, a cuya suscripción tienen derecho al abonar la matrícula del cursillo prematrimonial, conocido cursillo donde se enseña a los futuros esposos a freír huevos, a dejar la pasta al dente, a follar como cabrones, y a que el agujero del culo no sirve sólo para cagar.

5 comentarios:

A las 1:15 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

"... sin renunciar... a una rápida felación, a pesar de que el padrino había manifestado abiertamente que tenía los güevos sudados y el glande jediendo a pis..."

jajajajaja

 
A las 5:24 p. m. , Blogger JOHNNY INGLE ha dicho...

Supongo que usted no se habrá casado por el temor reverencial a que le toque una madrina tetuda que cause las iras divinas o curiles.

Dios debería haber hecho a la mujer plana, para que no hubiera escándalo de curas ni pulsión de la carne.

 
A las 11:04 a. m. , Blogger . ha dicho...

Sr. Soltero;

Es Usted un cerdo.



Perfectos Saludos.

 
A las 4:44 p. m. , Blogger nüSh... ha dicho...

Si es que todo el mundo sabe que a una ceremonia de esas características no se puede ir con palabras-de-honor.

"no había violado a ningún niño..." jajajaja
Es usted de los míos!

 
A las 1:18 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Como se nota que eres chicharrero . Eres mas basto que un bocadillo de tachas cabron jajajajaja, soqueeete coño .

 

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